A las 16 horas de este miércoles ocurrían dos hechos relacionados pero separados por algunos kilómetros de distancia.
Mientras familiares y amigos despedían a Ivonne González -la dueña del Redpagos de Delta El Tigre, asesinada ayer- en el cementerio de Playa Pascual, un grupo de policías allanaba la casa donde vive su hija con su novio.
La orden de allanamiento fue solicitada por la fiscal Nidia Morosini a la Justicia y comenzó a la misma hora que tenía lugar el sepelio de González.
La hija permaneció en el lugar durante el tiempo en que los efectivos entraban a la casa donde vive con su pareja.
Las huellas del hombre fueron encontradas en el comercio propiedad de la mujer asesinada, pero esto se debe a que trabaja en el lugar.
«Nos dicen que encontraron huellas de mi novio en la vitrina de la carnicería. Mi novio trabaja allí como carnicero y fue él mismo que levantó a mi madre muerta cuando se la llevaron al sanatorio», dijo a los periodistas este miércoles Camila, hija de la comerciante.
El allanamiento se realizó «sin explicación alguna, fue mandado por la Fiscalía de Libertad», aseguró la joven.
Además tenían una «orden de allanamiento y detención de mi novio. Obviamente no van a detener a mi novio, se retractó todo», agregó.
Por su parte, Ana Buffa, fiscal adscripta del caso, informó que en el correr de la jornada se realizaron cuatro allanamientos en el marco de la investigación en diferentes lugares.
«Todo en base a elementos e indicios aportados de la investigación. Información que ha sido aportada a Fiscalía por la Policía Científica», agregó.
«Los allanamientos fueron todos correctos», indicó la fiscal y agregó que ninguno «fue un error».
Sin embargo explicó que «la Fiscalía desconocía al momento de solicitar la orden de allanamiento» que la persona que «se estaba indagando tenía un vínculo laboral con la fallecida y además una relación de pareja con la hija», aseguró.
Al momento por el caso no hay personas detenidas, indicó Buffa. (fuente: El País)