Las perros sueltos y las jaurías son un problema constante en las zonas rurales del departamento y el país y una causa permanente de pérdida de animales.
Los casos se suceden con suma frecuencia, y ningún productor está libre de sufrir sus embates. En San José los casos pueden contarse por decenas en el último año.
Víctimas de estos canes fueron, en las últimas horas, al menos cinco ovinos del establecimiento de la presidenta de la Asociación Rural, Amalia Etcheverrigaray. Dos de esos ejemplares resultaron muertos.
El episodio ocurrió poco antes de la hora 19 de la pasada jornada. El establecimiento se encuentra ubicado en la zona de Rincón de Caraballo, a 14 kilómetros de San José, por Camino Guaycurú.
Etcheverrigaray aseguró que en las inmediaciones de su campo «y cerca del vertedero» los perros sueltos son «muchos».
«A veces son perros vagabundos, otras veces andan con cazadores. Pero esta vez no vimos personas», comentó al respecto.
Los canes se alejaron hacia un monte cercano espantados por los gritos de quienes en ese momento estaban en el predio.
Pocos minutos después, personal policial se hizo presente en el lugar y patrulló el área en busca de identificar a los posibles propietarios de los perros.
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