El edil Luis Senattore (FA) alertó sobre la situación de distintas instalaciones en el balneario Kiyú y reclamó a la ISJ un «tratamiento distinto» a futuro.
En la Junta Departamental, Senattore dijo que por la bajada inclusiva que fuera inaugurada semanas atrás «con fuegos artificiales (…) no puede bajar ni un malabarista».
Mediante fotos que exhibió, el edil mostró que el final de la bajada se encuentra a una altura de un metro sobre la arena, haciendo imposible que cumpla su función.
«La idea de tener bajadas inclusivas es positiva, la comparto, pero en realidad, lo que hay en Kiyú en este momento, no tiene ningún sentido», afirmó.
Por otra parte, señaló que en la zona de Ordeig los guardavidas se guarecen en una casilla improvisada por ellos mismos,
Senattore manifestó que esta situación se da «desde hace por lo menos 10 días» porque a la casilla que había construido la ISJ «se la llevó una tormenta».
«Por supuesto que en esto no tienen nada que ver los trabajadores. Y para un lugar que se considera turístico tampoco parece lo mejor», opinó.
«Se ve que hay mucho apuro por presentar e inaugurar cosas que claramente no están en condiciones y que generan gastos continuos de reparación», añadió.
Por eso, reclamó al Ejecutivo un «tratamiento distinto» de todo aquello referido a la instalación de este tipo de estructuras en los balnearios.
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