La familia de Micaela Onrrubio volvió a reclamar celeridad a Fiscalía para poder avanzar en forma certera hacia la dilucidación del caso.
Fue en el marco de una nueva concentración llevada a cabo esta tarde en la Plaza Cagancha de Rodríguez, al cumplirse seis semanas de su desaparición.
«Quiero dar un tironcito de orejas a la fiscal Dra. René Primicieri» dijo Darío Onrrubio, padre de Micaela, al hacer uso de la palabra.
El hombre pidió a la fiscal que se «ponga la mano en el corazón» y entienda la «ansiedad» que vive la familia en este momento.
Onrrubio aseguró que confía en la Justicia, pero remarcó que «sus tiempos no son los tiempos de nosotros».
«No estamos hablando de un gatito que se muere, se llora unos días y se compra otro. Estamos hablando de un ser humano. No podemos comprar a la Mica» enfatizó.
«Queremos tenerla para poder darle lo que se merece. La familia pide más, la ansiedad que tenemos pide más», remarcó.
El Dr. Germán Sfeir, abogado de la familia, se mostró confiado en el resultado que puedan arrojar las pericias que se le realizan al celular de Micaela, encontrado ayer.
Sfeir dijo que un rato antes de viajar a Rodríguez mantuvo un contacto con la fiscal pero Delitos Informáticos no había remitido información alguna aún.
Lo que surja «seguramente nos va a ayudar muchísimo a aclarar» manifestó el abogado.
Por otra parte, expresó su beneplácito por el hecho de que «con el paso del tiempo la razón va tomando forma».
Esto, en función de que, a medida que han pasado los días, cada vez más personas se han acercado a aportar testimonios o elementos para sumar a la causa.
Sfeir dijo, en ese marco, que si bien han existido algunos poco significativos, otros ha resultado «sumamente relevantes».
Tanto Onrrubio como el abogado, además, hicieron referencia a los mensajes vía Messenger recibidos por la familia en los últimos días.
El profesional dijo que «quien hizo lo que hizo no tiene noción del aprecio que tiene la comunidad por Micaela» e informó que ya hay un expediente administrativo sobre el hecho.
El padre de la joven, por su parte, dijo querer tomar el episodio como «una broma de mal gusto» y que la familia «va a seguir en la lucha».