La captó el fotógrafo de San José Ahora, José Gutiérrez y después de publicada se viralizó rápidamente, tanto en Uruguay como fuera de fronteras.
En la imagen se ve a dos soldados, uno de ellos con un niño y al otro con una niña en brazos, saliendo de una zona afectada por la última creciente; los uniformados van con el rostro serio denotando preocupación, los niños en cambio parecen estar por fuera del drama, ellos sonríen, como si todo se tratara de un juego.
El pasado lunes 17 de junio a la hora 16:30, cuando la lluvia era torrencial sobre la ciudad de San José de Mayo y gran parte de la zona sur del territorio nacional, José salió en su moto, como tantas otras veces, a tratar de captar con su cámara la realidad que afectaba a cientos de maragatos.
En la El fotógrafo Marín Otero recuerda que cuando vio la noticia quedó un rato mirando la imagen. “Me atrapó el contraste entre la risa de la niña cómplice con el niño y la angustia de los soldados. Está muy buena” dijo. Por su parte el productor audiovisual, Daniel Revetria, camarógrafo de Canal 4 de Montevideo, consideró que “no necesitás nada más que la foto para entender toda la situación” y agregó que el producto logrado demuestra que “no necesitás trabajar en un gran medio o tener una súper cámara, todo es capar el momento. A través de esta foto queda demostrado los grandes talentos que tenemos en el interior”. Viendo la imagen el fotógrafo colombiano Fernando Solano consideró que “hay gente que se pasa años estudiando las técnicas fotográficas, la luz, el encuadre la obturación, pero olvidan el principio de este arte y es capturar momentos, en esta fotografía solo veo una gran captura que inmortalizara otra más de las desventuras del ser humano”. Leonardo Carreño, fotógrafo de diario El Observador: «por suerte sigue habiendo gente joven haciendo fotoperiodismo, oficio que está pasando por constantes transformaciones, cada pocos meses aprendemos a manejar nuevas herramientas, pero la esencia del oficio está en la foto que tomó, la foto habla por sí sola, hay que estar ahí donde pasan los hechos, debe de tener muchas fotos de la situación pero como pasa siempre hay una o dos que se despegan del resto por la información que transmiten, sería muy fácil para un editor de un diario tener una foto de estás para así resolver una tapa de diario”. “Es una gran foto, que muestra la solidaridad en su estado más puro, ayudar sin esperar recompensa alguna” sostuvo el fotógrafo Fernando Cametto. El publicista Siul Bango, que actualmente reside en Maldonado, manifestó que “el fotorreportaje nos cacheteó a los maragatos (del pueblo y de la diáspora) con un shock de una realidad que entiendo nos invita a cuestionarnos qué hacer. Por un lado,
sin empuñar armas y sin usar equipamiento bélico, el Ejército Nacional fue
determinante para la realidad de centenares de vecinos. Tal vez sea entonces hora de empezar a preguntarnos qué Ejército
queremos, qué ejercito necesitamos, qué ejercito es más conveniente para
nuestro país. Por otro
lado las imágenes de este tipo suelen mostrarnos damnificados que denotan cierta
“precariedad” económica – social, que nos lleva a calificarlos con ligereza
como marginales o indigentes. Los dos jóvenes que son trasladados en brazos,
seguramente desde su casa a un refugio, visten y calzan prendas de marca. Las
viviendas que rodean la cuadra bajo agua, son construcciones tradicionales que
claramente dan cuenta de estar enmarcadas en una zona urbanizada y que por
tanto aportar sus tributos como tales. Descontamos que nadie elige vivir en un lugar que una, dos, tres, equis veces al año se inunda. Entonces, ¿nos hemos detenido a discutir qué hacer para evitar que esta realidad se repita regularmente? ¿Hay acciones cotidianas que realizamos que afectan el cambio climático en general y la realidad de nuestros ríos en particular?” *Por César Reyes