Técnicos de la Facultad de Ciencias presentaron este miércoles las conclusiones del estudio que realizaron sobre la cuenca del río San José, con el objetivo de proponer medidas tendientes a mitigar los efectos de las inundaciones.
Fue en el marco de una instancia de trabajo encabezada por el intendente Falero, la decana de la Facultad, Mónica Marín y un importante número de vecinos residentes en las áreas que suelen verse afectadas.
También estuvieron presentes los diputados Ruben Bacigalupe y Walter De León, así como también ediles, tanto del Partido Nacional como del Frente Amplio.
El estudio abarcó las transformaciones del uso del suelo, las lluvias y los niveles del río entre los años 1987 y 2017.
Con respecto al uso del suelo, el análisis detectó cambios profundos y que en buena medida explican el aumento de la cantidad de crecientes ya que, en promedio, los volúmenes de lluvias se mantuvieron estables durante ese lapso.
En tal sentido, el informe indica que en 1987 el área de suelo cultivado dentro de la cuenca era del 25% y la de pastizales y praderas del 59%; sin embargo en el 2017 los índices eran de 43% y 33% respectivamente.
Esa modificación generó una reducción de la superficie con cobertura vegetal que hizo disminuir las posibilidades de absorción del terreno, generando -como contrapartida- un mayor grado de escurrimiento de las aguas pluviales.
Como consecuencia de ello, entre 1987 y 1996 el río San José tuvo 17 crecidas de 5 a 7 mts y dos de más de 7 mts, entre 1996 y el 2005 fueron 46 y 6, mientras que del 2005 al 2018 se registraron 70 crecidas de 5 a 7 mts y 30 de más de 7 mts.
Por otra parte, el efecto sobre la ciudad de San José de Mayo de esa situación fue visualizado cada vez con mayor rapidez: entre 1987 y 1996 el aumento del nivel de las aguas a la altura de la capital maragata se verificaba tres días después de las lluvias y demoraba seis en comenzar a bajar; entre 1996 y 2005 los tiempos se redujeron a dos y cuatro días y entre el 2005 y el 2018 a uno y cuatro.
Ante este panorama, la Facultad propuso instaurar dentro de la cuenca del río San José algo que ya se hace en la del Santa Lucía, que es «una zona de amortiguación o buffer en la cuenca hidrográfica declarada sin laboreo de la tierra y uso de agroquímicos». Dicho de otro modo, acciones que permitan devolver la cobertura vegetal a las áreas que la han perdido.
También sugirió el establecimiento de «un plan de conservación y recuperación de las áreas de bañados» para «mantener la función de regulación hídrica».
A nivel urbano, señaló que debe activarse «un plan para trasladar» a quienes residen en «las zonas bajas», que «deben ser áreas no habilitadas para el uso habitacional y/o industrial, con estricta prohibición de realizar rellenos». La Facultad indica deberá dárseles un «uso recreativo».
Asimsimo, señaló que a unos 5 kilómetros al sur, existe un «afloramiento rocoso en el lecho» que, de poder retirarse, permitiría apurar la salida del agua si bien «no evita las crecidas aguas arriba».
Finalmente, la Facultad consideró que «por la conformación de lecho del río y la dinámica fluvial (…) no serían pertinentes obras de dragado del lecho a la atura de la ciudad (ya) que no hay acumulación de sedimentos aguas abajo».
ACCIONES. Luego de la instancia, el intendente Falero dio a conocer algunas acciones que, a su entender, podrían ponerse en práctica en el corto plazo.
Una de ellas es la de intentar recuperar los humedales y las áreas que han perdido cobertura vegetal. En tal sentido, consideró viable que se pueda comenzar a trabajar ampliando la legislación que hoy rige para la gestión de los humedales del río Santa Lucía.
«Pensamos que el mismo equipo técnico podría incorporar el río San José a su trabajo para poder comenzar a hacer algo en ese sentido», comentó.
Del mismo modo, dijo que se buscará remover el «afloramiento rocoso» existente a sur de la ciudad.
Si bien reconoció que no tendrá un efecto significativo, opinó que es algo posible en virtud de que el lugar no está muy alejado del punto por el que pasará el puente que formará parte el by pass sur entre rutas 3 y 11 -que se construirá junto con la doble vía de ruta 3- y de que el Ministerio de Transporte expresó tiempo atrás su voluntad de colaborar con la limpieza del río a través de la empresa SERVIAM, que será la encargada de realizar la doble vía.
Por otra parte, dio cuenta de la intención de la Intendencia de firmar otro convenio con la Facultad para analizar mecanismos que permitan dividir el volumen de agua que hoy en día llega al río San José desde el arroyo Carreta Quemada para que parte del mismo vaya «hacia algún otro arroyo que existe en las cercanías, cosa de que no impacte en el río de la forma que lo hace hoy, frente al lugar de la ciudad que se ve más afectada por las inundaciones».
Ese convenio también incluiría un análisis vinculado a la limpieza del río a lo largo del tramo que bordea San José de Mayo aunque solo con fines de «embellecimiento» como parte de las acciones definidas por el Plan de Ordenamiento Territorial para la zona ribereña, en la que se proyecta crear un parque lineal.
En relación a la posibilidad de realojar a las familias damnificadas, Falero dijo que desde OSE hay voluntad de acelerar el proceso en marcha para que la ISJ pueda acceder un terreno en el barrio Exposición, hoy propiedad del ente sanitario.
El jefe comunal dijo que una vez que el gobierno departamental se haga de ese predio enviará un oficio al Ministerio de Vivienda así como otro al MIDES para que, en conjunto, se determine cuáles serán las primeras en ser reubicadas.