Con los votos del Partido Nacional, la Junta aprobó anoche una moción de apoyo a una iniciativa de ediles blancos de Montevideo, para que la piedra colocada por Un Solo Uruguay, frente al Palacio Legislativo, en ocasión de su última movilización, vuelva a ser puesta en ese sitio.
Del mismo modo, exhortó a las autoridades capitalinas a rever la multa de casi 70 mil pesos uruguayos que decidió aplicar al Movimiento por la referida acción.
El debate desatado en el deliberativo josefino -que fue seguido desde las barras por varios integrantes de Un Solo Uruguay a nivel local- se dio, por momentos, en términos bien particulares y absolutamente desviados del objeto de discusión.
El edil Germán González del FA, consideró «una falta de respeto» a la población y autoridades de Montevideo que este asunto se estuviera abordando en el Legislativo de San José.
Por otra parte consideró que si con la piedra se pretendía reconocer la lucha del Movimiento, debería hacerse lo propio con aquellos trabajadores rurales «que no reciben horas extras o a los que se le hacen aportes por menos horas».
El edil Pablo García, también del FA, consideró que si la colocación de la piedra hubiera ocurrido en San Jose, «seguramente habríamos saltado todos» al no haberse tenido en cuenta el proceso que las normas vigentes indican para la instalación de monumentos en espacios públicos.
Desde tiendas oficialistas, entre otros, el edil Manuel Larrea reconoció que el Movimiento pudo haber cometido un exceso, pero entendió pertinente solicitar a las autoridades capitalinas que pudieran rever la medidas adoptadas, en función de que -a su entender- la piedra era también un «símbolo de la libertad de expresión» que toda persona tiene en el Uruguay.
La moción a consideración del cuerpo -que fue presentada por el edil Mario Guerra- fue finalmente aprobada por mayoría, con los votos de los ediles del Partido Nacional, 17 en 24.