La comisión departamental «No al a Reforma» cerró este sábado su campaña con una actividad desarrollada en la estación de AFE de San José de Mayo.
En la proclama leída en la oportunidad, sus integrantes exhortaron a quienes no están de acuerdo con las modificaciones constitucionales promovidas por el senador Jorge Larrañaga para mejorar la seguridad, a «llevar» el debate a los barrios, casas, lugares de estudio y trabajo.
En opinión de quienes forman parte de la comisión, el plebiscito del 27 de octubre «pone en juego derechos y libertades» y sus impulsores «usan nuevamente el miedo legítimo de la gente para profundizar un modelo que sigue sin solucionar los problemas de seguridad y convivencia, ni en Uruguay ni en la región».
«Plantea continuar un camino peligroso porque se vuelve a poner el aumento de la violencia y la represión como la única forma de garantizar nuestra seguridad. Pretenden que sigamos llegando tarde ante el crecimiento del crimen, mientras buscan dividir a los uruguayos entre buenos y malos», afirmaron.
«No queremos cuerpos militarizados patrullando las calles ni operando en los barrios más vulnerables. No queremos estructuras históricamente corruptibles encargadas de nuestra seguridad. No queremos allanamientos nocturnos, que lo único que garantizarán es la vulneración de los derechos de vecinos, vecinas y los efectivos encargados de los mismos, sin tocarle un pelo a las grandes redes de narcotráfico», expresaron.
También expresaron su rechazo a que los «centros de reclusión que sigan siendo maquinarias de violación a los derechos humanos y sean verdaderas escuelas del delito».
«Pretenden mantener a las personas encerradas por más tiempo y eliminar beneficios obtenidos por trabajo, estudio y buena conducta, ignorando que sin estos incentivos, difícilmente logren insertarse en la sociedad y transformar sus vidas», remarcaron.
«Si queremos vivir seguros -afirmaron- es necesario construir una sociedad que nos incluya a todas y todos. Podemos y debemos exigir otras medidas, que además de garantizar la seguridad de nuestra población, aporten a una mejor convivencia», sostuvieron.
«Sabemos que hay otros caminos posibles y que ante problemas tan complejos, las soluciones deben ser integrales, no simplistas, peligrosas ni demagógicas», consideraron.
Por ello, exigieron «que se trabaje más y mejor en la prevención del delito en todas sus formas, y se incluya una atención integral a las víctimas y no se las utilice por rédito político (…), el respeto a los derechos humanos en las cárceles, para que dejen de ser un fin en sí mismas y sean un medio que integre dignamente a la personas mediante oportunidades reales de estudio y trabajo».
«Por todo esto y más, es que en los ocho días que tenemos por delante, cada uno de nosotras y nosotros, tenemos la tarea de llevar este debate a nuestros espacios. En el barrio, en nuestras casas, en los lugares de trabajo, estudio y recreación, sea individualmente o en colectivo, salgamos a convencer a la ciudadanía de que esta reforma no es la forma. (…) Una sociedad más justa se construye con oportunidades, con educación, trabajo y vivienda digna, sin exclusiones», concluyeron.