«No se puede caer tan bajo. No puede valer todo por un voto» dijo el senador reelecto por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, esta tarde, en la ciudad de Libertad.
Durante el debate, el candidato del Frente Amplio dijo que Delgado había obtenido un campo de Colonización, en Paysandú, por amiguismo político. Martínez señaló que accedió a la fracción «en base a alguna tarjetita» en el año ’94, por ser «secretario del ministro de Obras Públicas» de la época.
«No se puede ser tan sinvergüenza en la vida, y menos en la vida política» disparó Delgado este jueves en la localidad libertense. «Yo lo traté mucho a él, era otro Daniel Martínez. Pero se ve que la desesperación, los nervios, los radicales, lo cambiaron» afirmó.
El legislador relató que se inscribió en Colonización a los 18 años, y en momentos en que ingresaba a la Facultad y, según dijo, a lo que pudo acceder fue a «la transferencia de un campo de alguien que estaba con medidas judiciales de desalojo».
«Le pedí un préstamo a mi viejo, pagué la deuda del anterior, me transfirieron la fracción. Trescientas hectáreas índice Coneat 600, llena de espinillos», rememoró.
Delgado señaló que junto a su esposa debió «armar de cero» el establecimiento y que, luego de dotarlo de las instalaciones necesarias, lo hicieron «muy productivo».
En el año 2005 -contó el senador- y siendo por entonces diputado, recibió una inspección, de la que hubo un informe favorable. Lo mismo sucedió en el 2010, pero con una diferencia: se le aplicó una renta diferencial del 70% por su condición de legislador y se le solicitó un plan de explotación, que también fue aprobado. «Después de esto tuve varias inspecciones, y todas fueron favorables», afirmó.
«Este gobierno ratificó lo anterior (…). Hasta que hice la denuncia sobre ANCAP. Ahí cambiaron de criterio y como ví que venía de ‘show político’ lo entregué a la justicia» afirmó.
«Ya acá tenemos dos mentiras de Martínez: yo accedo al campo en el ’97 no en el ’94. Está el acta. Y la segunda: que me lo saca la Justicia. Fui yo el que lo entregué», reiteró
«Pero lo que más me dolió fue que dijera que estaba al lado del campo de mi suegro. Mi suegro era de Tacuarembó, de Peralta. Es fallecido. No se puede ser tan banal, tan flojo, tan superficial. Hay límites que no se pueden pasar por un voto», concluyó.