Los médicos decían que “no tenía” cura, pero de manera asombrosa, tras 18 intervenciones quirúrgicas, el jugador del club River Plate que sufrió un “infarto intestinal” experimenta una mejoría que asombra al mundo médico. Su madre, Ana Alonso, habló con San José Ahora y detalló la situación.
En uno de los pasillos de la Asociación Médica de San José una madre espera ansiosa junto a un puñado de familiares. Su mirada, como la de los demás, se posa en la puerta del quirófano. Del otro lado los médicos operan a su hijo. De repente, en medio de la operación la puerta se abre. Salen un cirujano y una de sus asistentes. Los familiares del paciente los rodean ansiosos. Habla él y lo que transmite es algo que ninguno de los presentes quiere escuchar: lo que el paciente tiene es “mortal y no tiene cura”.
A Ana Alonso, mamá de Numar Reyes, se le vuelve a erizar la piel y se paraliza como cada vez que recuerda ese momento. “No podíamos creer lo que estábamos escuchando”, dice. Un hecho en su memoria que no se borrará jamás y que será fiel testigo por siempre de que en ocasiones lo que aparece como improbable puede suceder, si frente a esa situación adversa se para a “un guerrero”, como ella define a su hijo.
Numar Reyes tiene 25 años de edad -los cumplió el pasado 4 de noviembre-, trabaja en una carnicería y estaba “dedicado al deporte”, defendiendo los colores del club River Plate y de la selección de San José. Está casado con Micaela, que ha sido fundamental en su recuperación, y tiene cuatro hermanos. “La felicidad de él era hacer asados en casa los fines de semana, en familia”, relata Ana. Fue precisamente un domingo, el del Día de la Madre celebrado en el pasado mes de mayo, cuando aquella rutina se vio alterada por un golpe del destino.
Almorzaron como siempre y Numar se retiró a dormir la siesta. Despertó rato después con un fuerte “retorcijón” de estómago, al punto que “se revolcaba en el piso por el dolor”. De inmediato fue trasladado a la Asociación Médica donde, luego de algunos estudios, determinaron que el jugador había sufrido un “infarto intestinal”. “Infartó todo el intestino delgado”, relató su madre.
Desde ahí comenzó una batalla que “se fue dando el día a día, minuto a minuto”, y que se ha extendido por más de medio año. En el inicio se presagiaba el peor final, pero Numar nunca se rindió. Quienes lo conocen no se sorprenden ante esa tenacidad de sujetarse a lo que ama, en este caso, a la vida.
Entre otras intervenciones se le practicó un bypass que no dio el resultado esperado. “Estuvo 20 días abierto”, según las palabras de Ana. Fueron muchos meses de angustia, hasta que un día los médicos se volvieron a acercar a la familia del paciente y les transmitieron la gran novedad: había un 10% de probabilidades de que Numar continuara viviendo. Se aferraron a ese porcentaje y lo hicieron crecer.
Numar volverá al quirófano el 14 de enero. Será su operación número 19, pero su estado dista mucho del que presentaba en el mes de mayo. “Ha aumentado mucho de peso” destaca su mamá, quien indicó que el jugador llegó a pesar solo 39 kilos. Actualmente pesa 57 y regeneró parte de su intestino delgado, algo que llama la atención de los médicos porque “el intestino no se regenera”, según algunos de ellos le habían transmitido a la familia del paciente.
Ana Alonso destaca agradecida la labor de los profesionales que han atendido el caso. “Los mejores cirujanos del mundo los tenemos en San José y son nuestros”, dice segura, al tiempo que reafirma que su hijo se va a recuperar totalmente porque “es un guerrero”. Está contenta porque en la reunión familiar de Navidad él va a estar presente, compartiendo, casi como si de un milagro por la festividad se tratase.
Por su parte Numar continúa con su lucha. Hace pesas en su habitación y ahora que el tiempo está lindo sale a caminar en las tardecitas afuera del sanatorio. “¿Cómo anda genio?”, les dice a los funcionarios de la AMSJ cuando se los cruza, les estrecha la mano regalándoles una sonrisa, y sigue para adelante, como siempre…
Por César Reyes