El empresario Adelqui Tarila, propietario de COTAR, criticó el funcionamiento de los sindicatos y e hizo particulares referencias sobre las mujeres que formaban parte del gremio de su empresa.
Como ha sido informado, Tarila vendió las líneas de COTAR a la empresa COMAR, que comenzará a explotarlas desde el 2 de enero próximo.
Las negociaciones, sin embargo, estuvieron a punto de derivar en un conflicto de carácter nacional ya que no estaba contemplada la incorporación a esta última empresa de los trabajadores sindicalizados.
«Hace tiempo que venía con ganas de hacer algún negocio, de irme achicando. Este es un país en el que si la envidia tiznara, por lo menos el 80 por ciento sería negro», afirmó.
Con respecto a los sindicatos, consideró que «están pasados», que lo que quieren es «trabajar cada vez menos» y criticó sus formas de reclamar.
«Trancan las terminales. No es posible. Si el problema es conmigo, ¿qué culpa tiene un pasajero que va a Salto, a Melo o a cualquier otro lugar del país? Agarran a la gente de rehén poniéndose a la salida de las terminales con cuatro banderas», consideró Tarila, para quien prácticas como esa «se tienen que terminar».
Asimsimo apuntó sus baterías contra la dirigencia de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (UNOTT): «Hay gente que estaba ‘en Bolivia’ y está metida en un sindicato, con el saco de la UNOTT que han tenido ómnibus ellos y se han fundido. ¿Y hoy quieren venir a administrar empresas ajenas? Y a mí me tiene bronca porque yo se los digo, no mando a otro, doy la cara», sentenció.
Y volvió a cuestionar las formas de defensa de sus afiliados: «Uno les dice que se despidió a alguien que le afanó 20 litros de gasoil de un ómnibus e igual dan la cara por ellos», subrayó.
En este marco, Tarila comparó situaciones y señaló que «cuando vienen a pedir trabajo acá son unos corderitos, no tienen problema ninguno. Y unas corderitas», añadió.
Y allí, hizo referencia a las mujeres que formaban parte del sindicato de su empresa. «Mucha mujer anda en ómnibus para hacerse ver, por no estar cuidando a los hijos. O buscando algo, que está de más decirlo porque a buen entendedor con pocas palabras basta», agregó.
«Andan en el ómnibus buscando a este, buscando al otro, buscando cositas. Pero no ponen para tratar de levantar a dos pasajeros más para que a empresa, en ese viaje, se ahorre dos o tres litros de combustible con lo que recaude. No, si el sueldo de ellas está lo mismo. Eso no puede ser. El material humando falla en este país», concluyó.