Los gremios de trabajadores de la administración pública manifestaron su preocupación por la salida de los futuros jerarcas de gobierno ante la regulación de un grupo de contratos.
El barro dificulta el tránsito normal de la pelota. Por eso cuando el partido viene entreverado, un poco de agua a la cancha, logra dificultar el desempeño normal del adversario. De ahí el concepto de “embarrar la cancha”. Una metáfora utilizada en estos tiempos para explicar que cierta actividad viene encarada con obstáculos.
Así es como la confederación de sindicatos públicos visualiza la actitud del gobierno entrante al declarar que hay “suspicacia” ante los procesos de regularización de ingreso de funcionarios en el Estado.
El dirigente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), José Lorenzo López -más conocido como “Joselo”- dijo a El País que las nuevas autoridades están desinformadas y enredaron la situación.
“Estamos a la espera de una reunión con el presidente electo. Tenemos mucha expectativa porque nos parece que es un punto de partida fundamental para establecer cuál va a ser el relacionamiento con el nuevo Ejecutivo. Mientras tanto, hasta no tener cuál es la visión de los trabajadores, todo lo que se diga (por las futuras autoridades) por lo menos embarra un poco la cancha. Sería necesario tener esa reunión lo antes posible”, declaró López.
El futuro ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, manifestó el jueves luego de la reunión con el presidente electo Luis Lacalle Pou la dificultad que se enfrenta debido a una serie de contratos que pasarán a presupuestados días antes del cambio de mando previsto para el 1° de marzo.
Se trata de dos tipos de contrataciones. Los llamados “provisoriatos” y los que se los conoce bajo el régimen “2+2”. En Transporte son en el entorno de 70 casos, en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) son alrededor de 500 casos, el Ministerio de Industria en el entorno de otros 50 y el Ministerio de Ganadería unos 160. En las demás dependencias de la Administración Central y empresas públicas resta saber cuántos trabajadores están en esta situación.
COFE emitió un comunicado ayer a la noche donde manifiesta su preocupación por las declaraciones de los futuros ministros del gobierno de Lacalle Pou.
El texto dirigido a la opinión pública afirma: “Ni el provisoriato es una pasantía, ni la presupuestación es automática, ni se aumenta el gasto presupuestal en caso de que los funcionarios que hoy se encuentran bajo este régimen sean efectivamente presupuestados”.
El régimen
de provisoriato, asegura el texto, implica ingresos a través de “llamados
públicos transparentes y abiertos, mediante concursos de oposición y méritos
y/o méritos y antecedentes”.
“Los llamados para ingreso bajo este régimen, supusieron la existencia o bien
de una necesidad surgida de una reorganización del inciso u organismo, o bien
de una vacante generada”, indica el comunicado . A su vez detalla que de
concretarse la presupuestación de esos trabajadores no supondrá un
incremento del presupuesto en el Estado, pues el dinero para pagar esos
salarios ya estaba estipulado producto que se trataba de vacantes.
De todos modos la advertencia de las autoridades designadas para el próximo gobierno está en que pretenden reducir el número de vacantes con el objetivo de obtener recursos para reducir el déficit fiscal. Incluso, entienden que no es conveniente que el gobierno saliente del Frente Amplio resuelva dejar efectivos a esos trabajadores, siendo que los nuevos ministros pueden tener otras prioridades dentro de la propia dependencia. /Fuente: El País /Foto: Darwin Borrelli