Los vecinos celebraron el derribo del inmueble en el que funcionaba el laboratorio de semillas, pero señalaron que la inseguridad se mantiene.
La estructura era «aguantadero» de intrusos durante la noche, así como lugar en el que delincuentes habitualmente dejaban efectos robados.
El estado de abandono en el que quedó toda la planta desde que dejó de funcionar, era caldo de cultivo para este tipo de situaciones.
Aldo Aunés, uno de los vecinos que desde hace años reclamaba medidas, expresó su beneplácito por la acción llevada a cabo con personal y maquinaria de la Dirección General de Obra de la Intendencia, tras la autorización correspondiente del Ministerio de Ganadería, propietario del terreno.
Aunés dijo que, según le transmitieron autoridades competentes, con los escombros se procederá a tapar un fosa en la que también solían encontrarse objetos robados.
No obstante ello, indicó que la inseguridad se ha mantenido y que por eso esperan que a la brevedad el predio tenga un destino «Esta misma semana le han robado a vecinos que viven por 25 de Agosto y Della Hanty», comentó.
La intención del Ministerio es construir allí las oficinas de la Dirección Departamental de la cartera.
Sin embargo, la extensión del terreno permite dar cabida a otros emprendimientos, ya sean habitacionales o de esparcimiento, que los vecinos esperan que se concreten en poco tiempo para devolver algo de tranquilidad al barrio.