El 1º de marzo no habrá delegaciones de esos países al considerar que incumplen cláusulas democráticas de la OEA.
Todavía no se ha tomado posición sobre si invitar o no al gobierno de Bolivia, un país que se encuentra en una compleja situación política bajo una presidencia interina.
Está previsto que el 1º de marzo Lacalle Pou tenga encuentros con los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Mario Abdó (Paraguay), Sebastián Piñera (Chile) y Jair Bolsonaro (Brasil), con quien espera tener una ronda bilateral ese mismo día. Estados Unidos aun no designó el enviado a la ceremonia.
El futuro canciller, Ernesto Talvi, explicó que las invitaciones a gobiernos se realizarían en base al artículo 1º de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos.
En ellas se dice: «Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla».
También se sostiene que «la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas».
Por ello, Lacalle Pou se adelantó ordenó que no se invitaría ni a Nicolás Maduro, ni a Daniel Ortega ni a Miguel Díaz-Canel.
El gobierno que asumirá el 1º de marzo tiene resuelto cambiar varias decisiones de la diplomacia actual. Una de ellas es apoyar a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y considerar el régimen actual de ese país como una dictadura.
De hecho, Lacalle Pou ya tiene decidido que Uruguay se alejará del llamado «mecanismo de Montevideo», una mesa de negociación por los gobierno de Tabaré Vázquez y Andrés López Obrador (México) que busca soluciones para la crisis venezolana.
El gobierno electo sí continuará en el Grupo de Contacto Internacional liderada por Uruguay con la Unión Europea.