Llamó a explorar caminos que contribuyan a un proceso sanador de heridas, “respetando el dolor pero mirando hacia adelante”.
Este miércoles 4 de marzo se realizó el acto de asunción del comandante en jefe del Ejército Nacional, Gral. Gerardo Fregossi.
La actividad tuvo lugar en el Comando General del Ejército (Avda. Gral. José Garibaldi 2313), con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou.
El anterior comandante en jefe, Claudio Feola, renunció el pasado sábado. Según expresó, no estaba conforme con el cargo que le habían ofrecido las nuevas autoridades, por lo que pidió pasar a retiro de forma voluntaria. Se supo que le habían ofrecido ser el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), opción que rechazó.
«Deseo expresar mi público reconocimiento al comandante en jefe saliente, el general de Ejército Claudio Feola, por la manera en que condujo la institución en un periodo particularmente difícil, deseándole lo mejor junto a su familia en su reciente pasaje a situación de Retiro y agradeciéndole los servicios prestados al Ejército Nacional por más de 40 años», comenzó Fregossi.
«Porque crecí en un hogar muy humilde del interior del país donde el dinero resultaba escaso, pero era muy rico en el ejemplo en valores que con su sacrificio mis padres brindaron a los cuatro hermanos, comprendí desde niño que el trabajo y el esfuerzo propio, la rectitud de procedimientos, el don de gente y no el favor inmerecido de terceros, es lo que permite una real superación personal en la vida. Esta premisa continuará siendo una norma básica en nuestro Ejército», agregó.
Fregossi comentó que la historia del general Artigas «recuerda amargamente que el fracaso de las grandes empresas comienza cuando se resquebraja la necesaria unidad de propósito de las organizaciones que deben llevarlas a cabo». «Si bien claramente las circunstancias de hoy son otras, rechazaremos la aparición de cualquier acción disociadora de la unidad del Ejército, en particular de aquellas que se ocultan y potencian a través de las denominadas redes sociales, para evitar que la institución pueda entrar en un estado de asamblea permanente que posibilite su caída hacia una parálisis operacional», dijo.
«Allá
por el año 2010, siendo comandante del Batallón Uruguay IV en el Congo, me tocó
ser testigo de muchas acciones destacables de nuestros soldados. En contra
partida, también pude comprobar el reconocimiento permanente realizado por la
sufrida población local hacia nuestros hombres y mujeres, expresado a veces con
hechos de un aparente significado menor, como puede resultarlo el aplauso
emocionado de un niño, que con serias dificultades motrices recibe el primer
regalo de Navidad de su vida. Y es justamente este reconocimiento de quienes
somos responsables de proteger, la principal fuente de motivación de nuestros
soldados en el cumplimiento de la misión asignada. Por eso vaya en este momento
mi más sentido saludo a todos los integrantes del Ejército Nacional que se
encuentran sirviendo fuera de fronteras y lejos de sus familias, verdaderos
héroes anónimos que remarcan la presencia de Uruguay en ambientes operacionales
extremadamente difíciles», prosiguió.
El comandante manifestó que durante el ejercicio de la dirección del Liceo
Militar pudo comprobar que los jóvenes «tienen una enorme capacidad de
resiliencia para sobreponerse, entre otros obstáculos, a manifestaciones de
carácter agraviante por parte de algunos de sus propios conciudadanos».
«Es responsabilidad de los que tenemos funciones de mando, continuar
explorando todos los caminos que positivamente contribuyan a un proceso sanador
de heridas, respetando el dolor pero mirando hacia adelante, para que las
generaciones que nos relevarán en el futuro cercano no se consuman en la
desesperanza o la frustración», reflexionó.
Desafíos
Enumeró luego los desafíos que deberá enfrentar la institución. «La aprobación el año pasado de la denominada Ley de Modificaciones a la Ley Orgánica de las FF.AA obliga al Ejército a realizar varias acciones de impacto profundo, las cuales terminarán afectando la organización, funciones y motivación profesional de buena parte de sus efectivos.
Destaco en este momento, la importante reducción de las cantidades de oficiales que conforman los escalones de mando superiores del Ejército», dijo. Esta pérdida de los efectivos de mayor experiencia y conocimiento «impactará severamente en muchas dependencias y funciones, precisamente en circunstancias en que esta Fuerza se enfrenta al cumplimiento de nuevas y difíciles misiones».
Señaló el patrullaje de fr9nteras que comenzará en breve, reconociendo «las dificultades implícitas en esta misión, tales como la posibilidad cierta de convertir a nuestro personal en un elemento auxiliar de las Fiscalías, una carga adicional a sus horas de servicio, la exigencia importante a un sistema logístico que ya se encuentra sobre extendido y que seguramente requerirá a corto plazo, la reposición de un equipamiento desgastado por el empleo continuo en operaciones».
«Seguirá siendo ese soldado con sus problemas, necesidades y virtudes, el motivo principal de nuestras mayores preocupaciones en el ejercicio del mando», dijo.
«Estoy seguro de que nuestros soldados responderán como lo hacen cada vez que son convocados para atender una situación de emergencia o de peligro, sin olvidar la misión fundamental de las Fuerzas Armadas, con el compromiso sereno de los humildes, levantando el brazo para decir en voz alta ¡presente!, extendiendo francamente su mano abierta para ayudar cada vez que sea requerido, dejando muy en claro que el Ejército es y seguirá siendo la fuerza de todos», concluyó. /Fuente: Montevideo Portal
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