Apelaciones bajó los montos por derechos de autor, reproducción ilícita y daño moral, pero ratificó el fallo histórico y siembra jurisprudencia para el Carnaval
La justicia de segunda instancia confirmó la condena por plagio contra la agrupación de parodistas de Carnaval «Los Zíngaros» iniciada en 2016 por el escritor Diego Fischer Requena, informa El País.
El fallo obliga al libretista Marcelo Vilariño y al director del grupo Ariel «PInocho» Sosa a pagar 13.000 dólares.
Sosa deberá abonar a Fischer 7.000 dólares más por «daño moral».
Los jueces John Pérez Brignani, Álvaro Franca y Patricia Hernández coincidieron en que «operó una reproducción ilícita» al amparo de la normativa aplicable.
El libro que generó la denuncia de Fischer es «Al encuentro de las Tres Marías» (2008), la biografía novelada de Juana de Ibarbourou.
La justicia consideró que la parodia «Juana de América» estaba basada en esos contenidos.
Fue un fallo histórico, sin precedentes, y puede sembrar jurisprudencia en el marco del uso de los derechos de autor en el carnaval uruguayo. A partir de ahora los libretistas deberán obtener la autorización de los autores originales.
Un año atrás, la jueza de lo Civil de 18º turno, Estela Jubette, había dictado la resolución en primera instancia y dio la razón a Fischer en cuanto a que hubo violación de los derechos de autor, reproducción ilícita y daño moral.
Jubette había establecido montos por encima de los que se resolvieron en Apelaciones.
El reclamo original era por 16.000 dólares más una penalidad seis veces lo recaudado por Zíngaros en el carnaval 2016.
A eso se sumó un reclamo por «daño moral» por dichos de Sosa sobre el reclamante Fischer en los medios de comunicación por 10.000 dólares.
En el marco de la investigación judicial actuaron peritos de la Academa Nacional de Letras-. Los otros peritos fueron convocados por los demandados.
Las peritas de la academia, las lingüistas Marisa Malcuori y Magdalena Coll no detectaron influencias de otras obras que no fuera la suscrita por Fischer en la puesta en escena de Zíngaros. No hubo otro hipotexto en el que se basara la parodia, concluyeron.
Se rechazaron otros argumentos fundados por abogados de Sosa y Vilariño, quienes esgrimieron ausencia de autorizaciones solicitadas por agrupaciones de parodistas con la finalidad de utilizar obras preexistentes.
La costumbre no constituye fuente de derecho, respondieron en el tribunal.
Sosa también cuestionó la legitimidad para ser demandado, sosteniendo que él no tuvo responsabilidad alguna sobre la parodia y el texto elegido.
El fallo estableció que Sosa incurrió en «conducta-reproducción ilícita», y recordaron que revistió simultáneamente como responsable del grupo y actor en oportunidad de la representación de «Juana de América». /Fuentes: Subrayado – El País