Un 58% de los uruguayos aprueban el desempeño de Luis Lacalle Pou y solo una cuarta parte de la población la desaprueba (el resto, ni una cosa ni la otra).
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, salva con buena nota su primer mes de gestión. Según la última encuesta de la consultora Cifra, seis de cada diez uruguayos (58%) aprueban su desempeño y solo una cuarta parte de la población la desaprueba (el resto, ni una cosa ni la otra).
Estos guarismos ubican al nacionalista a la par de las “lunas de miel” de otros presidentes uruguayos, como le llaman los cientistas políticos a los inicios de las administraciones. De hecho, a un mes de haber asumido, Lacalle Pou está por encima de la aprobación que la opinión pública le había asignado a Jorge Batlle (en el año 2000) y al segundo mandato de Tabaré Vázquez (en 2015). Sin embargo, está unos puntos por debajo de los comienzos del ciclo frenteamplista (2005) y de José Mujica (2010).
Las camisetas políticas, dice el informe de Cifra que difundió Telemundo, pesan. Entre los oficialistas, la aprobación presidencial se eleva a nueve de cada diez, y entre los votantes de la hoy oposición cae a dos de cada diez. Eso sí, aclara el documento, el resto de los frenteamplistas se dividen casi a la par entre quienes desaprueban y entre quienes tienen una visión neutra.
El desempeño del gobierno, en especial en esta coyuntura de pandemia, está muy influenciada por actores del gabinete que han obtenido notoriedad. El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, es uno de ellos. Seis de cada diez, de los 2.121 entrevistados, aprueban la gestión del jerarca. Una evaluación similar recibe el canciller, Ernesto Talvi, y apenas por debajo aparece el ministro de Salud, Daniel Salinas.
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, es quien recibe un balance más negativo. Pero, como señaló la socióloga Mariana Pomies, “rara vez el ministro de economía tiene un balance positivo en los juicios de la población”. Una excepción había sido el exministro Danilo Astori durante el auge de las exportaciones.
Así las cosas, el período de “luna de miel” y la idea de un adversario común (el coronavirus) han generado un escenario que, bajo la premisa de que el gobierno se está haciendo cargo, dan una buena nota a la gestión. / Fuente: El País / Foto: Daniel Borrelli