Varios pequeños empresarios del departamento vinculados al rubro se encuentran plegados a un movimiento nacional que procura la asistencia estatal.
Larisa Araujo, titular de tres camionetas que operan en Ciudad del Plata -en las que trabajan seis personas- dijo que en todo el país son unas 450 familias las que dependen de la actividad.
“Hace ya un mes y medio que estamos parados. Veníamos de enero y febrero, meses en los que tampoco se factura. Hoy por hoy somos un sector sin ingresos y hemos quedado muy sumergidos”, comentó Araujo a San José Ahora.
La asistencia que piden al Estado “puede ser algún subsidio o algún préstamo blando a pagar a partir del año que viene porque vemos que este año va a ser complejo”. También consideran necesario un corrimiento de los vencimientos de BPS y DGI.
“Si no es esto puede ser cualquier otra cosa. Nosotros estamos abiertos al diálogo y a evaluar propuestas. Somos más de 450 familias en todo el país que vivimos y dependemos de esto”, insistió.
Araujo dijo también que el reinicio de cursos en gran parte de las escuelas rurales del departamento y el país no es un factor que les permita paliar la situación ya que su trabajo es básicamente con alumnos de escuelas urbanas.
“Acá en Ciudad del Plata, por ejemplo, hay alguna camioneta que trabaja con alumnos de la escuela de Colonia Wilson, pero tampoco está abierta en este momento”, añadió.
La semana pasada, los propietarios de camionetas de todo el país entregaron una carta en Presidencia de la República pero decidieron dar a conocer su situación a través de los diferentes medios de comunicación “porque nos pareció no estábamos siendo vistos y que quedábamos muy para atrás”, comentó.
“La idea es que el sector no caiga. Hay muchas empresas que está en peligro de cerrar”, aseguró.
Araujo dijo también han intentado trasladar su preocupación a los diputados del departamento y a la Intendencia, en busca de vías que les permitan llegar al gobierno nacional. / Foto: El País