En San José de Mayo, cantidad bajó al 50%.
Los comedores que gestiona la Intendencia han visto incrementada su actividad desde el inicio de la pandemia.
Con vaivenes, según la evolución de la situación epidemiológica y sus consecuencias socio económicas, han sido -junto a las ollas populares- uno de los lugares a los que la población más vulnerable ha podido acceder para mantener su alimentación.
Carolina Hornes, directora de Políticas Sociales de la Intendencia, dijo que son aproximadamente unas mil personas las que actualmente están concurriendo a los mismos, entre San José de Mayo, Libertad y Ciudad del Plata.
Hornes indicó que en el caso de la capital departamental, la asistencia bajó un 50 por ciento, lo que significa que hoy en día van algo más de 500 personas.
El comedor de Libertad ha mantenido su concurrencia, situándose en unas 250 personas. Un número similar lo hace en Ciudad del Plata.
La directora señaló que -a diferencia de lo que sucedía cuando la pandemia estaba en su punto más alto- se ha vuelto a solicitar a los usuarios la documentación que habitualmente se les requería para poder acceder al servicio. «Ya quedó sin efecto aquello de que sólo con la cédula de podía ir», subrayó.
Asimismo, indicó que también se retomó el hecho de dar de baja a un usuario luego de tres o más ausencias, principalmente para poder ajustar la elaboración de los alimentos a la cantidad exacta de comensales. «No es este un momento para desechar alimentos», comentó.