Cansada de la inseguridad, adoptó la decisión.
En un comunicado, Águeda Preza, responsable del servicio, dio cuenta de la decisión, que calificó de «dolorosa».
El pasado miércoles 3 de marzo, Preza y su hijo fueron rapiñadas. Los autores del asalto le llevaron la moto en la que se movilizaban, documentos, un teléfono celular y dinero «que estaba destinado para la compra de materiales necesarios para terminar una pequeña cocinita y un baño digno para los niños y niñas que concurrirían al merendero en este nuevo año».
«Es la quinta moto que nos roban, 7 denuncia realizadas e incontable son las veces que nos faltaron cosas del merendero y de predio de mi casa», señaló Preza.
«No solo nos llevaron cosas… Se llevaron nuestra tranquilidad, nuestras ganas de seguir apostando a un cambio. Se llevaron nuestra paciencia y aunque nunca podrán despojarnos del amor por los niños y niñas del barrio, hoy decidimos cerrar nuestras puertas«, anunció.
«lamento profundamente por quienes sí necesitan y valoran el trabajo de las múltiples área del centro comunitario. Todos los días extrañaré la sonrisa de los niños y niñas que me alegraron la vida estos años», concluyó.