El periodista especializado en cultura emitió una editorial con motivo de los 15 años del programa radial «Contr@seña».
¿Cómo es posible que en un país cuya capital tiene tantos estrenos como en Buenos Aires el teatro tenga un tratamiento tan marginal? ¿Cómo es posible que en un país que lanza más de 300 discos y 400 videoclips al año, la música nacional suene poco y nada en el dial? ¿Cómo es posible que en un país que vive un auge en cuanto a la cantidad y calidad de películas que produce (se estrenan en promedio unos 15 largometrajes al año) el cine uruguayo siga siendo tan ignorado? ¿Cómo es posible que en un país donde se editan unos 1.800 libros nuevos al año se hable tan poco de ellos?, se pregunta Diego Sebastián Maga, quien sostiene que “aunque haya quienes digan lo contrario o lo relativicen, la cultura es esencial y edificante”.
Las interrogantes fueron planteadas en una editorial escrita este viernes 9 de abril, cuando el programa «Contr@seña» que se emite por Principal FM está cumpliendo 15 años.
El conductor del programa también se refirió a cómo la pandemia afectó a los artistas, en tal sentido escribió: “Durante la pandemia, 60.000 uruguayos perdieron su fuente de trabajo. Entre los miles de desempleados hay 5.700 relacionados a la cultura. Sin embargo, vivimos en un país que aún no toma conciencia de que un artista es un trabajador”.
A continuación la editorial completa:
La cultura vive y lucha: 15 años de «Contr@seña»
Por Diego Sebastián Maga
Hoy somos protagonistas de las efemérides de la fecha: un día como hoy, pero de 2007, iniciábamos “Contr@seña”. Desde aquel 9 de abril cambiaron algunas secciones, cambió el formato, cambiaron los compañeros que (de este lado del micrófono y del otro lado del vidrio) hicieron tanto o más que nosotros por esta historia: Patricia Casavieja, Gustavo Velazco, Rosalaura García, César Miraballes, Diego Ríos, Dardo Sellanes, José Rossa, Luis Salinas, Gerardo Viña y Juan Pablo Salinas.
Cambiaron muchas cosas hasta en lo superficial: en aquel año yo aún tenía el pelo largo y no usaba barba y ahora mi aspecto es todo lo contrario. Pero lo que nunca cambió fue el compromiso por el arte y los artistas. Eso fue lo que unió a dos tipos que en 2007 no se conocían en persona. Al juntarnos por primera vez con Alejandro Cortalezzi a instancias de su hermano, Mauricio (cuando hablamos por primera vez en la redacción del diario “Primera Hora”, “El Chino” ya traía el nombre del programa y el concepto general y yo definí el formato), los dos estábamos convencidos de que era posible hacer periodismo cultural en San José, diariamente y en horario central. Había con qué: es decir, había mucho arte y muchos artistas.
Pero así como el artista tiene que explicar que lo suyo es un trabajo, quienes producimos y conducimos programas culturales tenemos que explicar que lo nuestro es periodismo. Y créanme que en aquel 2007 y aún hoy esos mismos que no entienden que un artista es un trabajador, tampoco creen que un periodista se dedique enteramente a la cultura. Es más, desconfían que eso sea un periodismo serio y comprometido con la realidad.
Sea como sea, y más allá de los prejuicios y los obstáculos, aquí seguimos… Tan convencidos como antes del valor del periodismo cultural. Iniciando la decimoquinta temporada ininterrumpida en el aire de “Emisora Principal”.
Decir que “Contr@seña” es un programa diario de periodismo cultural sería muy reduccionista. Como así también decir que se compone de secciones específicas sobre teatro, música, cine, literatura, danza, plástica, fotografía y demás expresiones artísticas. Ocurre que más allá de informar de los espectáculos por venir o comentar los que pasaron por la cartelera o reseñar libros, discos, películas y muestras, lo que distingue a “Contr@seña” es el contacto directo y cotidiano con los artistas para profundizar en sus procesos creativos. Con la llave infalible de la entrevista abrimos –de lunes a viernes- las puertas de sus universos creativos para conocer sus metodologías, búsquedas, inspiraciones, influencias, reinvenciones, materiales, instrumentos o experimentaciones. Con el “arte de la palabra” procuramos en este “escenario de la imaginación” que es la radio saber más de sus experiencias vitales y cómo éstas inciden en las artísticas o viceversa y a la vez descubrir cuánto de técnica y de talento; de esfuerzo y de innato; de prueba y error; de ficción y realidad hay detrás de una obra.
Cientos y cientos de bailarines, coreógrafos, músicos, plásticos, actores, cineastas, productores, escritores, fotógrafos, pintores, escultores, ilustradores, caricaturistas de San José, Uruguay y el mundo pasaron por “Contr@seña”. Y también los referentes y docentes de las instituciones que los forman: escuelas, museos, talleres, espacios culturales, teatros. Porque la educación artística es un eslabón esencial del Uruguay cultural.
En este sentido, “Contr@seña” se origina en la convicción de que la enorme producción artística de Uruguay es inversamente proporcional al espacio que se le dispensa en los medios de comunicación. ¿Cómo es posible que en un país cuya capital tiene tantos estrenos como en Buenos Aires el teatro tenga un tratamiento tan marginal? ¿Cómo es posible que en un país que lanza más de 300 discos y 400 videoclips al año, la música nacional suene poco y nada en el dial? ¿Cómo es posible que en un país que vive un auge en cuanto a la cantidad y calidad de películas que produce (se estrenan en promedio unos 15 largometrajes al año) el cine uruguayo siga siendo tan ignorado? ¿Cómo es posible que en un país donde se editan unos 1.800 libros nuevos al año se hable tan poco de ellos?
“Contr@seña” es una proyecto radial y a la vez responde a esta necesidad de potenciar es “puente” entre el artista y el público. Nos consta que muchos uruguayos no concurren a ver producciones nacionales por desconocer su existencia. Quienes dedican tantas horas de programación y páginas a la farándula argentina y Hollywood justifican este accionar repitiendo que “es lo que la gente quiere”. ¿Realmente es así? ¿O no será que es lo único que se le da para consumir? El equipo de “Contr@seña” está convencido de que hay muchos uruguayos que no quieren vivir consumiendo “enlatados” de mala calidad (con mucho escándalo, morbo y poco arte) y desearían que la góndola de los medios se amplíe con productos nacionales, con el sabor de nuestra cultura.
Aunque haya quienes digan lo contrario o lo relativicen, la cultura es esencial y edificante. Tal vez lo que construye no sea percibido a simple vista, pero allí está, haciéndonos mejores, desde el intelecto, la sensibilidad y la identidad. Por eso es necesario que no sea tratada como el relleno de noticieros o periodísticos y condenada al último vagón de las emisiones.
Durante la pandemia, 60.000 uruguayos perdieron su fuente de trabajo. Entre los miles de desempleados hay 5.700 relacionados a la cultura. Sin embargo, vivimos en un país que aún no toma conciencia de que un artista es un trabajador. Por eso la lucha continúa, de ustedes creando, de nosotros difundiendo lo que hacen y del público acompañando en la platea, convencido de que el arte nos hace más sensibles e inteligentes y un pueblo con sensibilidad e inteligencia no es manipulable, tiene sentido crítico.
En estos tiempos donde se cerraron tantos escenarios, es obligación reivindicar al movimiento artístico uruguayo con la producción de ciclos que lo contemplen seria y profundamente y –sobre todo- en los horarios centrales donde se concentra la mayor audiencia.
“Contr@seña” llegó hasta aquí por algo. Porque los artistas no se rinden y siguen creando. Porque ustedes, los oyentes, nos siguen eligiendo. Porque los auspiciantes siguen confiando en esta producción donde ponemos lo mejor de nosotros. Porque la cultura vive y lucha. Ya lo dijo Enrique Pinti:
“Pasan las crisis, pasan las guerras,
Pasa la prensa sensacionalista.
Las prohibiciones, las listas negras.
Quedan los artistas.
Pasa la belleza, y la juventud.
Los optimistas y los pesimistas.
Pasan las pestes, pasa la salud.
Quedan los artistas.
Pasan los mecenas, pasan los censores,
Pasan hipócritas y moralistas.
Tiempos peores, tiempos mejores.
Quedan los artistas.