Sostienen que las muertes por COVID son evitables.
Los gremios médicos nucleados en el Sindicato Médico del Uruguay y la Federación Médica de Interior reclaman una reducción drástica de la movilidad por un período breve de tiempo, para evitar más muertes por covid-19. Entienden que las medidas adoptadas para “blindar abril” no fueron suficientes, lo que se suma a una baja percepción de riesgo de la población en general, informó Radio Uruguay.
Una delegación del SMU y de FEMI explicaron, vía zoom, el planteo ante la Comisión de seguimiento de la pandemia del Senado.
Gustavo Grecco, presidente del Sindicato Médico, destacó el número de muertes por covid, casi 1500, en el último mes y dijo que la situación “es realmente alarmante y de extrema preocupación”. “Vemos muertes en los CTI, muertes en las salas de internación convencional, muertes en los domicilios, muertes en las emergencias esperando ingreso a internación”.
Grecco aseguró que la respuesta que hoy puede dar el sistema de salud en todos los niveles asistenciales está “muy limitada en estándares de calidad” y que de no reducirse la movilidad de manera “drástica” los fallecimientos diarios pueden mantenerse e incluso incrementarse mientras se alcanza el efecto rebaño de la vacunación.
Respecto a la situación del tercer nivel de atención, es decir, los CTI, el secretario de la Sociedad uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), Luis Nuñez, explicó a los legisladores que “lamentablemente y paradójicamente, los fallecidos han mantenido el sistema en función y fuera de lo que es el colapso o saturación, que en realidad está saturado de por sí porque no tenemos capacidad asistencial para esos pacientes”.
Señaló que la política ha sido aumentar el número de camas pero los recursos humanos son básicamente los mismos, con el agregado de personal capacitado pero no especializado. Esto ha provocado “un notorio descenso de a calidad, que en parte explica el elevado número de fallecidos y los magros resultados que hemos obtenido a esta altura”.
Nuñez se refirió al desgaste a nivel psicológico del personal, no por el contacto con la muerte sino por los “magros resultados” que se obtienen. “Uno se queda con la sensación de que se pudo haber hecho algo mejor y no se hizo, porque realmente hay un desborde asistencial”.
El dirigente dejó en claro que “la saturación no es falta de camas sino capacidad asistencial” y que hoy esa capacidad está “seriamente comprometida” a nivel de medicina intensiva.
Por su parte, los médicos describieron una situación de saturación en el primer nivel de atención. Marcela Cuadrado, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Medicina Familiar y Comunitaria, indicó que hasta hace dos meses había buen seguimiento de pacientes cursando covid en domicilio, pero el número los superó.
No hay recursos humanos ni móviles suficientes, dijo. Además, hay dificultades de coordinación con el segundo nivel de atención, es decir los centros hospitalarios, y se ven “pacientes en situación de salud más complicada” cada vez más. “O sea, pasamos de ver pacientes asintomáticos y con síntomas leves, a ver pacientes moderados y graves en algunos momentos. También estamos viendo pacientes con alta, ya sea sanatorial, hospitalaria, o en domicilio, con secuelas que hay que resolver, para que puedan rehabilitarse y volver a sus funciones cotidianas”.
Daniel Strozzi, médico de familia de Paysandú, dijo que a nivel de FEMI se reporta una saturación en el sistema de diagnóstico, entre otros problemas. El médico advirtió sobre los indicadores de saturación del primer nivel de atención, como el caso de pacientes con diagnóstico positivo que no reciben ninguna llamada telefónica de seguimiento de la enfermedad. “Esto representa un problema, porque puede pasar lo que se ha dado en ocasiones y que ha salido en la prensa”, apuntó en referencia a los fallecimientos que se dieron en Salto y Artigas, en domicilio y sin asistencia. El médico aclaró que no son los únicos casos. “A nivel de los propios plenarios y de las gremiales surgen varios casos de estos pacientes”. / Fuente: Radio Uruguay