Fue asesinado en junio del año 2016.
Familiares del joven Leandro Vico, asesinado en junio del 2016, recordaron que ayer se cumplieron cinco años de ese episodio, y que a pesar del tiempo transcurrido aún no hay condenados por ese hecho.
Luego de algunos días de ausencia, el 7 de junio del 2016 la familia radicó la denuncia de su desaparición. El día 11, su cuerpo apareció decapitado y con signos de tortura en la zona del Prado Maragato.
Las actuaciones policiales permitieron detener a cuatro individuos, dos de los cuales fueron condenados por la Justicia aunque ninguno por homicidio.
E.J.R.S. fue enviado a la cárcel por «venta de estupefacientes en calidad de autor» mientras que Walter Direceo Ferreira Rocco fue procesado sin prisión por el delito de «tenencia no para consumo».
Un mes después del episodio, el por entonces jefe de Policía, Insp. William Martínez, dijo que «los entornos» del joven estaban «complicando la investigación».
En una marcha que llevaron a cabo en marzo del 2017, la familia reclamó justicia y cuestionó la manera en la que la Policía llevaba adelante las actuaciones de las que también estaba siendo parte Interpol. En su opinión, lo hacían con «falta de profesionalidad».
Martínez les respondió diciendo que no compartía su visión, y recordando que han existido numerosos casos «en que los responsables han sido sometidos a la Justicia mucho tiempo después de ocurrido un hecho».
Del mismo modo, el jefe de la época sostenía que «había alguna persona (del entorno de Vico) que podía aportar alguna información y no lo hacía».
Fuentes vinculadas a la investigación consultadas este sábado por San José Ahora señalaron que se trata de un caso que “no está cerrado” aunque admitieron que «hace muchísimo tiempo» que no tiene «ningún avance».