Lo anunció el club de manera oficial.
La bomba explota en España, retumba en Argentina y se expande por todo el mundo. Es oficial: Lionel Messi no seguirá jugando en Barcelona. Lo anunció el club a través de un comunicado en el que aseguran que, pese a tener la renovación acordada con el futbolista, no podrán concretarla debido a «obstáculos económicos y estructurales», publicó Clarín.
La noticia inesperada resulta anacrónica y sorprende aún más. Llega en el momento en el que todas las piezas parecían haberse unido para dejar atrás los fantasmas de la ruptura y rubricar la extensión del vínculo que permitiera transitar juntos la recta final de una carrera inolvidable en el club que lo cobijó cuando nadie hubiera imaginado lo que finalmente ocurrió, cuando ninguno sabía que Messi sería el mejor jugador del mundo y la pieza más importante en la historia blaugrana.
El final irrumpe cuando Leo ya había pisado suelo catalán luego de sacarse la espina más grande de su carrera y levantar un trofeo con la camiseta de la Selección. Justo cuando su amigo Sergio Agüero lo esperaba dentro del plantel para dejar atrás los vaivenes recientes de un equipo que buscaba reciclarse. Pero si la despedida se da en modo de mazazo, hay cuestiones que exceden lo deportivo. Y hay preguntas que laten inmediatamente en el ambiente.
¿Qué fue lo que pasó si Messi y Barcelona ya tenían acordada la continuidad por cinco años? ¿Cuán dura es la puja paralela que existe entre las autoridades de LaLiga y los principales clubes, acentuada por el desplante reciente en la fallida creación de la Superliga Europea?
Desde el club, le tiran la pelota a LaLiga. Al parecer, las normativas impuestas por la organización del certamen más importante de España no hicieron viable la rúbrica del acuerdo ya alcanzado con el futbolista.
En las últimas horas se había especulado con que la inyección económica que LaLiga acordó con el fondo de inversión CVC terminaría de allanar el camino para la continuidad del argentino, pero en pocas horas el vuelco fue rotundo. Ahora, el escenario que se informa oficialmente aduce que no hubo una ruptura en las negociaciones entre Jorge Messi, representante y padre del jugador, y el club, sino que las trabas son burocráticas y económicas con el ente regulador.
¿Es una jugada del Barcelona para ensuciar a Javier Tebas, presidente de LaLiga, y debilitarlo aún con el éxodo del jugador que más dinero genera? ¿La pelea de fondo vuelve a apuntar a despegarse de la organización y tratar de formar un nuevo órden como intentaron con la Superliga europea?
Mientras estas preguntas intentarán responderse en las próximas horas, al mismo tiempo surge la incógnita más grande: ¿dónde va a jugar Messi?
El comunicado del club:
A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española).
Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club.
El Barça quiere agradecer de todo corazón la aportación del jugador al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional. / Fuente: Clarín