No hay acuerdo sobre su objetivo.
La Mesa de Diálogo sobre Arazatí cumplió el pasado martes su segunda reunión. La misma se llevó a cabo en el local de la escuela técnica María Espínola Espínola.
La instancia había generado particular expectativa ya que el Frente Amplio había expresado su intención de plantear el caso de las demoliciones ocurridas días atrás en esa zona del departamento, a la luz de algunas irregularidades que podrían haberse producido.
Al respecto, la edila Sofía Mansilla dijo que el abordaje del asunto se produjo en un clima de tensión y molestó especialmente al titular del Área de Ordenamiento Territorial de la Intendencia, Alexis Bonahón.
«¿Qué sos ahora? ¿Jueza?» le preguntó Bonahón a Mansilla, en un tono que la edila consideró de «falta de respeto».
No obstante ello, la representante del Frente Amplio dijo que no hubo documentos ni respuestas verbales que permitieran esclarecer lo ocurrido. «No soy jueza, soy edila y quiero controlar», retrucó.
En otro orden, Mansilla dijo que la instancia tampoco permitió avanzar sobre otros asuntos vinculados al desarrollo del balneario, ya que también quedaron expuestas diferencias entre los integrantes de la Mesa sobre sus objetivos.
En ese sentido, la legisladora dijo que mientras algunos entienden que el trabajo debe estar centrado en el desarrollo turístico, otros entienden que debe encarar el desarrollo general de la zona, incluyendo, por ejemplo, asuntos medioambientales y sociales, en alusión a los pescadores artesanales que trabajan en ese lugar de San José.