Es necesario “tomar medidas más generales, porque el desmadre ya es total”, dijo el propietario.
El último fue el lunes por la noche, varios perros entraron en el establecimiento El Yunque, ubicado a 8 kilómetros de Fraile Muerto en el departamento de Cerro Largo, y atacaron a ocho ovejas y 12 corderos de menos de un mes de vida. Esta no es la primera vez que la majada de ese lugar sufre un ataque de este tipo, es la séptima, lo que obviamente tiene muy preocupados a los dueños, informó El Observador.
Cinco de las ovejas murieron en el instante y tres quedaron muy heridas.
Diego Albanell, dueño del establecimiento, informó a El Observador que difícilmente esos animales heridos puedan sobrevivir, dado que algunos incluso quedaron con órganos expuestos.
Algunos corderos, que estaban junto a sus madres, también quedaron con varias lesiones.
Los perros no fueron encontrados, pero según contó el productor, en ocasiones anteriores los han perseguido y suelen ir hacia la zona poblada.
Los ejemplares atacados son de la raza Merino Dohne y pertenecen a un plantel que en el establecimiento utilizan para producir carneros.
“Realmente da mucha impotencia este tipo de cosas”, dijo Albanell sobre el ataque.
“Este es un plantel que trabajamos hace años y al que año a año le incorporamos carneros de cabañas importantes para tratar de mejorar e ir produciendo más carne y lana”, agregó.
Una de las medidas que tomaron en el establecimiento es mantener a las ovejas cerca de la casa, pero aún así los ataques siguen sucediendo.
Ahora se está pensando en moverlas, expresó el productor. “Las tenemos todas apretadas a la vuelta de la casa, ya con eso las limitamos nutricionalmente, estamos pensando seriamente en sacar a las ovejas de ahí”, añadió.
Un sector afectado
Para este productor, el ataque que están sufriendo los ovinos en diferentes partes del país es muy fuerte y eso afecta a los criadores, la producción y los trabajadores de los establecimientos. “Estos son animales que generan trabajo y movimiento, hay personas que viven de ellos. En El Yunque hay empleados que trabajan porque hay ovejas. El stock cada vez se achica más y esto va mucho más allá de la parte monetaria”, indicó.
Destacó la importancia del sector ovino, principalmente para quienes son productores familiares, y dijo que “es lamentable que no se tome conciencia de lo que estas situaciones son para el sector, porque el bienestar animal es para todos los animales”.
Cuando no son los perros, es el abigeato
La situación no es nueva para estos productores, que en cada uno de los ataques que han sufrido durante este año han perdido entre seis y 10 ovinos. Pero los perros no son el único problema, en la zona otra situación “que se está transformando en algo normal” son los abigeatos, y El Yunque no ha escapado a esa realidad.
En lo que va del año varios animales de ese establecimiento fueron faenados ilegalmente, contó Albanell, y son varias las denuncias hechas por ese tema.
Según dijo, “la Policía está muy activa”, pero este tema, que afecta a productores ganaderos en varios puntos del país, igual sigue existiendo y es algo que “desmotiva, porque uno hace un trabajo, selecciona los animales, apuesta a mejorar y cuando no son los perros es el abigeato, y cuando no es el abigeato son los perros”, mencionó y agregó que es necesario “tomar medidas más generales, porque el desmadre ya es total”. / Fuente: El Observador