“Las faltas fueron justificadas”, afirmó.
El vicepresidente de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (FENAPES), Marcel Slamovitz, dijo que las denuncias sobre la existencia de «cuponeras» para justificar inasistencias, formuladas por directores de liceos del interior del país ante la comisión de investiga las licencias sindicales en el Parlamento, son «totalmente falsas» y forman parte de «andanada» del gobierno contra los sindicatos docentes para «tapar» las falencias que, a su entender, exhibe actualmente Secundaria.
Slamovitz aseguró que actualmente «hay dos resoluciones de Jurídica de Secundaria que le dan la razón al sindicato en el sentido de que hubo un acuerdo y que esas faltas fueron justificadas para participar en reuniones de bipartitas, entre otras cosas», comentó.
«Todo esto es parte de la andanada. Ya lo dijo que ministro (de Educación, Pablo) Da Silveira el otro día, que FENAPES es el problema y no la solución, lo que habla de una clara persecución sindical», afirmó.
Para el dirigente «todo esto es un circo para ‘tapar’ el millón de horas docentes perdidas, la pérdida salarial que hemos sufrido los docentes y el empeoramiento de las condiciones de estudio, que se reflejan en la existencia, nuevamente, de grupos superpoblados porque hay menos horas», insistió.
«Con estas noticias sin fundamento, se tapa día tras día lo que es una clara persecución sindical, en la que están incluidos los 14 docentes de San José, que si bien volvieron a trabajar, sus sumarios siguen sin novedades por ahora. Esperemos que no sean tomados de rehenes», manifestó.
Slamovitz incluyó en esta situación la elección de horas virtual que llevó a la FENAPES a decretar un paro de 24 horas para el próximo jueves 28.
«Nos imponen una elección de horas virtual, sin ninguna garantía, a la que puede volver el acomodo. Luchamos mucho porque fuera algo transparente, pero ahora no tenemos ninguna garantía. Es algo sospechoso y va en la línea de seguir persiguiendo a los sindicatos bajo esa lógica de que ellos gobiernan y nosotros obedecemos. Lo que pasa es que no se trata de obedecer lo que es injusto» concluyó.