Se logran mejores precios y público masivo.
El rematador Daniel Blanco sostuvo que los remates presenciales «van camino a la desaparición» en función de los beneficios económicos que representan los que se llevan a cabo de manera virtual.
La modalidad se impuso como consecuencia de la pandemia para que tanto rematadores particulares como grandes casas de subastas pudieran mantener su actividad. Sin embargo, con la situación sanitaria más controlada, el formato, lejos de retraerse, «en algunos aspectos» es posible que termine sustituyendo en forma absoluta a los remates presenciales.
«Hoy hay grandes casas de remates de Montevideo que de cuatro o cinco remates que tenían por semana bajaron a uno, que -por una cuestión de logística- son los remates de muebles. Todo lo demás es virtual«, ejemplificó.
Blanco aseguró que «con esta forma» se ha abierto «un panorama de trabajo alentador» por «los valores que se logran y porque se ha dado un acercamiento a un público objetivo que hasta ahora no se tenía», añadió.
En este sentido, dijo que «en un remate presencial vos podías tener en San José 70, 80, 100 personas, que son además las mismas personas que por lo general andan en el circuito de remates. Pero ahora, con cualquier publicación promocionada en Facebook, por ejemplo, podemos llegar a 30 mil o 40 mil personas sin mayores inconvenientes», afirmó.
«La pandemia nos adelantó 5 o 6 años lo que seguramente en un futuro iba a terminar pasando«, concluyó.