La alternativa fue manejada por el edil del Partido Nacional, Marcelo Pianzolla.
En las últimas jornadas un grupo de jóvenes que de manera voluntaria enseña y practica skate en la pista existente en el Parque Rodó de San José de Mayo, ha expresado su preocupación ante el desborde de niños que no practican ese deporte en el espacio antes mencionado, lo que representa un riesgo para todos.
“Hoy queríamos dar clases y así estaba la pista. Muy difícil practicar este deporte de esta forma. Es un peligro para nosotros que realizamos el deporte como para los niños que usan las rampas como toboganes. Por favor lleve a su hijo/hija a los jueguitos, no lo traiga a la pista!!”, escribieron en Instagram, acompañando el texto con una foto que evidencia la situación.
También aclararon que las clases que brindan “son gratuitas para cualquier persona” y que ellos prestan “skate y toda la protección necesaria”.
La directora de Deportes de la Intendencia, Carolina Pistón, dijo estar de acuerdo con el reclamo.
«Coincidimos en que practicar ese deporte y tener niños alrededor es riesgoso para todos. Hay que darle solución, sin dudas. Estamos con otras direcciones conversándolo porque implica varias cosas, no solo determinar un orden en ese espacio sino también un trabajo con la comunidad, que pasa por buscar concientizar, poder resolver este asunto por medio de la educación social. Es un tema de respetarnos y entender de que hay horarios para una cosa y horarios para otras, espacios para unas cosas y espacios para otras», comentó.
En las últimas horas el edil del Partido Nacional, Marcelo Pianzolla manejó la posibilidad de cercar el skatepark.
“La solución que veíamos y que compartimos es que se pudiera cercar ese espacio con una cerca de un metro por ejemplo, como hay en la pista que está al lado de los autitos a control remoto, con una porterita que simplemente sea abrir y entrar el cual ya impediría que los niños chicos por si solos pasaran”, expresó Pianzolla en diálogo con emisora Principal. “Obviamente que eso tendría que contar con una cartelería, indicar de los peligros para que tampoco los adultos vayan y les abran la puerta”, reflexionó.