Se está procediendo al recambio de la gravilla.
En las últimas semanas ha vuelto al tapete la situación de la Plaza de los Treinta y Tres Orientales de la ciudad de San José de Mayo y los efectos de los tordos y golondrinas que se posan sobre las copas de los árboles.
La situación es conocida: sendas peatonales, bancos y mobiliario quedan «minados» de excrementos haciendo prácticamente imposible estar o incluso pasar por ese espacio público del que, además, emana un fuerte e incómodo olor.
Al respecto, el director de Gestión Ambiental y Salud de la Intendencia, Carlos Rodríguez, dijo que actualmente solo se pueden ejecutar acciones paliativas. En ese sentido Rodríguez indicó que en las últimas horas se puso en marcha el recambio de la gravilla de la plaza en busca de mejorar el panorama reinante. «Nosotros limpiamos las veredas pero queda todo ahí, lo que hace necesaria esta tarea», comentó el funcionario.
No obstante ello, el director aseguró que la Intendencia trabaja intensamente en busca de una solución definitiva al problema.
Al respecto, dijo que una de la alternativas que está sobre la mesa es la de «desabrigar» los árboles, a pesar de que para la época de poda faltan aún un par de meses. La tarea consistiría en reducir la copa de los plátanos para que las aves tengan menos superficie para posarse. De todas formas, aún no se ha resuelto si la medida se aplicará.
Rodríguez dijo que otra opción que se manejó fue la de colocar redes sobre las copas, pero esa posibilidad se descartó ya que el rápido crecimiento de los ejemplares hace inviable su puesta en práctica.
«Sin dudas que es un desvelo para la Intendencia el poder resolver esto. Seguimos todavía con el láser tres horas por día para intentar ahuyentarlos, pero estamos buscando la forma de solucionar este problema», aseguró.