Los damnificados siguen esperando su realojo.
Se cumplen este sábado seis años de las históricas inundaciones de abril del 2016, que afectaron a 4500 personas en San José de Mayo.
Las primeras evacuaciones se produjeron a última hora del 16 de abril de aquel año, luego de la materialización de una alerta naranja por tormentas y precipitaciones copiosas que el INUMET había emitido el día anterior.
La historia posterior, es conocida: las aguas llegaron a lugares desconocidos y vecinos que jamás habían sido afectados también quedaron a su merced. Una gran cantidad, quedó con lo puesto. La inclemencia, además, tuvo como saldo el fallecimiento del productor Amadeo Arosteguy.
La magnitud del evento dejó definitivamente instalada la necesidad de resolver la situación de las familias que residen en la zona más cercana al río San José. No es que el asunto no se hubiera analizado en ocasiones anteriores, pero el impacto fue tal que ya no existió forma de sacarlo de los primeros lugares de la agenda de prioridades a atender por parte de las autoridades del departamento.
Transcurridos seis años, las familias se aprestan a volver a marchar hacia el edificio central de la Intendencia, lo que han anunciado ocurrirá en los primeros días de mayo, ante la ausencia de respuestas al respecto.
Su vocero, Oscar Castro, calificó esta semana de «manga de mentirosos» tanto al gobierno departamental como a los integrantes de la llamada «mesa de realojos» -ámbito interinstitucional que trabaja en el tema, y que Castro también integra- debido a la falta de avances.
Castro dijo también que no aceptará una reunión previa con ninguna de las dos partes, y que en caso de querer dialogar, las autoridades de San José deberán ir a la marcha a decirle directamente a las familias en qué está el asunto.
La Intendencia pretende que el realojo de las familias se concrete en un predio del barrio Exposición propiedad de OSE -contiguo a la policlínica Tres Barrios- que la comuna intercambiará con el ente sanitario por las piletas del vertedero de Ciudad del Plata, que pasarán a formar parte de la red de saneamiento que se construye en esa localidad. El 3 de mayo del año pasado, la Junta Departamental otorgó anuencia al Ejecutivo para concretar esa permuta.
La idea del Ejecutivo es poner ese predio a disposición del Ministerio de Vivienda y que este financie la construcción de las casas. A tales efectos, en febrero de este año, la comuna entregó a la cartera un relevamiento de las familias que viven en el área más cercana al río, para comenzar a definir cuáles serán -en función de su características- las primeras en ser atendidas.
En ese momento, sin embargo, el Ministerio seguía a la espera de que se reglamentara el fideicomiso que contiene los fondos con los que la Secretaría de Estado pretende intervenir tanto en San José como en otras zonas inundables y asentamientos del país.
A finales de diciembre del año pasado, en una visita realizada a la capital maragata, la titular de la cartera, Irene Moreira, dijo que era «muy difícil» prever el momento en el que las soluciones habitacionales podrían comenzar a construirse.
«Nosotros esperamos que la reglamentación del fideicomiso esté pronta en los primeros meses del 2022. El fideicomiso va a ser una inyección de oxígeno para poder actuar en zonas en las que no estaba previsto hacerlo», aseguró en aquella oportunidad.