Le dijo: «¿Te puedo cantar para alegrarte el día?», informó Rafael Silva, abogado del joven que continúa internado.
La familia del joven que fue bajado de un ómnibus de COTMI a la fuerza, y más tarde fue atropellado, denunciará al chofer y a la policía que lo sacó por omisión de asistencia, informó su abogado, Rafael Silva.
Según publica este jueves el diario El País, los familiares dicen que deberían haber llamado al 911, dado que el muchacho de 23 años estaba atravesando una crisis nerviosa. El joven permanece internado en el hospital de Las Piedras, donde aguarda una nueva cirugía en su pierna.
La semana pasada declararon ante el fiscal de Libertad, Hugo Pereira, el chofer y el guarda del ómnibus de la empresa Por otro lado, la policía que también participó en el disturbio declaró el viernes, pero -según el matutino capitalino- su declaración no fue grabada por “error”, lo que condujo a que volviera a declarar este miércoles.
El chofer y la agente bajaron al hombre a la altura del kilómetro 58, en ruta 1, en horas de la mañana, y este luego deambuló bajo un estado de alteración. Alrededor de las 19 horas lo atropelló un auto en el kilómetro 79.
Silva dijo que a partir de las declaraciones de los involucrados (incluido el joven), se supo que lo que sucedió fue que un pasajero que estaba al lado del joven de 23 años tenía “cara triste” y entonces este le dijo: «¿Te puedo cantar para alegrarte el día?». «Cantó alto y de forma extraña, por lo que la policía que estaba cerca y el guarda le pidieron que se callara de mala manera», dijo el abogado.
Cuando el hombre vio el arma de la policía, se asustó y «entró en una suerte de trance psicótico». A partir de ahí es que el chofer se aproximó hacia él.
«Prácticamente lo agarró de la solapa y lo bajó» con la ayuda de la policía, dijo Silva.
De todas formas, el guarda del ómnibus declaró que creyeron que había riesgos si el muchacho permanecía en el vehículo, sobre todo porque se había tocado el cuerpo y pensaron que quizá tenía un arma.
Silva confirmó que su cliente no tiene ningún trastorno psiquiátrico o psicológico, y tampoco tomaba medicamentos. Sus amigos del trabajo le dijeron que era un «muy buen tipo» y «tranquilo». / Fuente: El País