Coral tiene 29 años y desde que tenía doce años se afeitó todos los días hasta que hace cuatro años abandonó la navaja para hacer crecer su barba.
La barba es un distintivo masculino, sin embargo, existen enfermedades que propician el crecimiento de vello facial en mujeres y así es la historia de Coral Sánchez, una mujer de Seattle, Washington, Estados Unidos, que dejó de afeitarse la barba.
La mujer de 29 años relató a Daily Star que desde los 12 años tuvo que afeitarse porque comenzó a salirle barba en el rostro como si fuera hombre, pero se debió a un desorden hormonal consecuencia del ovario poliquístico que derivó en hirsutismo.
Sin embargo, tras afeitarse por años para ocultar su verdad ella decidió dejar de hacerlo a los 26 años para concentrarse en lo hermosa que luce con dicha barba y es que el paso del tiempo comenzó a dificultar esconder la condición que vive.
“Creo que comencé a afeitarme porque era lo que debía hacer. Me daba cuenta de que otros niños hacían comentarios sobre mis pobladas patillas. Me afeitaba todas las mañanas cuando me despertaba y a las 2 de la tarde ya tenía una barba crecida».
Y agregó: “Me aplicaría una capa de base de cobertura completa y me ponía el cabello alrededor de la cara. Me tomó mucho tiempo aceptar el crecimiento de mi vello. Ahora me miro en el espejo y sonrío y me siento genuinamente hermosa”.
Debido a que la piel cambia con la edad cada vez era más complicado ocultar las oscuras marcas que deja la barba aún con maquillaje, pues la gente comenzaba a notar el crecimiento del vello y aunque no le decían nada, las miradas le incomodaban.
Apoyo incondicional
Coral tiene novio, Illais, a quien conoció en una plataforma de citas en julio de 2019 y no le reveló la condición que tenía, pues jamás permitió que la viera sin maquillaje, incluso al mudarse juntos ella se despertaba temprano para afeitarse y finalmente le dijo la verdad.
“Él nunca me vio sin maquillaje. Me levantaba antes que él para afeitarme todos los días. Me tomó un par de meses, pero fue muy difícil ocultar las cosas. Él dijo ‘no me molesta. Eres hermosa y tu cuerpo hace esto naturalmente’”.
Recibir el apoyo incondicional de su pareja le ayudó mucho a sentirse más segura con su físico y comenzar a creer que con o sin barba ella lucía totalmente hermosa. «Me seguía diciendo ‘¿por qué no lo dejas crecer?’ Me preocupé y pensé: ‘ya no me vas a querer más’. Pero realmente me animó a dejar de afeitarme».
Coral se siente feliz de poder compartir su experiencia con otras mujeres que tengan el mismo padecimiento y así darles la fortaleza para que se acepten tal como son, pues no dejan de ser femeninas y ser hermosas.
“Todavía puedes ser hermosa y femenina con barba. Quiero ayudar a otros a aceptar cómo se ven. Me siento realmente hermosa”.